martes, 22 de septiembre de 2009

The Whitest Boy Alive - Rules (2009)



La canción ‘Hay Un Hombre Que Lo Hace Todo’ de Astrud podría resumir la trayectoria de Erlend Øye. El noruego de 33 años lleva desde 1998 convirtiendo en oro todo lo que toca. Halagado por la crítica y el público de cualquier país, su aventura con Kings Of Convenience le situó como figura a seguir en la escena musical, de ahí que sellos tan importantes como Studio !K7 o Astralwerks le tengan en su catalogo y le dejen hacer lo que le plazca.

Su último experimento ha sido volver a la formación de grupo con The Whitest Boy Alive y plasmar los frutos conseguidos de una de las mejores referencias publicadas bajo la serie DJ-Kicks: Erlend Øye (2004, Studio !K7). Ahí mezclaba el pop con todos los elementos electrónicos a su alcance para dar a las canciones otro ritmo y el experimento salió soberbio.

Desde 2006, con Dreams, Erlend Øye dedica su tiempo a compaginar el proyecto de grupo junto a Marcin Öz (bajo), Sebastian Maschat (batería) y Daniel Nentwig (Rhodes y Crumar). Dreams (2006, Bubbles Records) fue su presentación tras tres años de ensayos y dudas de si formarse como grupo profesional y ahora llegar Rules (2009, Bubbles Records), su segundo LP con el que el noruego cambia de aíres de fondo para irse a grabar a México, concretamente a un estudio situado en Punta Burros (Nayarit).

Este viaje a México no es casual, Erlend Øye sigue tirando del pop que le valió el reconocimiento pero bajo un filtro de la música brasileña bastante presente tanto en las líneas de bajo como en las melodías. La bossa nova en Rules le consigue restar el protagonismo a la influencia de Daft Punk y al gusto por los sintetizadores.

Es precisamente la línea de bajos y de guitarras las que inundan Rules y las baterías guardan la suavidad de ciertos arreglos del jazz. ‘Promise Less Or Do More’ es un ejemplo de ello, una de las mejores canciones del álbum se apoya en el teclado y en las guitarras y a partir de ahí ya crece sola.

Después estarían las cercanas a Caetano Veloso y su bossa, especialmente ‘Intentions’, al acid jazz de corte electrónico (‘Courage’ y ‘Keep A Secret’) y no podía faltar la corriente del electro en el pop (‘Dead End’). En el medio tempo ‘Rollercoaster Ride’ y el gusto de la base electrónica en ‘High On The Heels’ es donde se dan los casos más flojos del álbum.

Rules no deja de ser una obra pop bien construida pero con la maestría de alguien que sabe unir las piezas de un puzzle para firmar un álbum agradable, impoluto en la producción y con un acabado atractivo para su escucha. Erlend Øye ha conseguido encontrar el ingrediente secreto para la mezcla tan difícil de pop y electrónica y lograr que suene tan bien. Sin ser su mejor trabajo, mantiene un nivel medio con aciertos interesantes.




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